miércoles, 22 de octubre de 2008

El artista

El café no tenia aroma, parecía que su nariz ya no percibía ese olor a tierra fresca que todas las mañanas en punto de las siete inhalaba para darse placer, esa mañana ya no. Los colores empezaron también a desdibujarse, a ser sombras pardas y sin vida, su cuerpo adormecido se sostenía en la silla forrada con terciopelo azul. La muerte había llegado. No lo dudó, lo comprobó, era tiempo. Unos días antes, en pesadillas se había anunciado, pero él era tan agnóstico que no tuvo cuidado de revisar a fondo las revelaciones.
Si María aún viviera a su lado seguramente lo habría hecho, se habría despertado, y aunque María todavía estuviera dormida le empezaría a contar el sueño, pero María estaba ahora seguramente comprando antigüedades en una tienda en París. María y sus excentricidades, también amaba de María esa personalidad extraña. Sinceramente amaba más saberse acompañado de una mujer como ella, tan bella, todos los amigos lo murmuraban siempre en fiestas, ella era mucho para él.
María debía tener aún en algún cajón del cuarto principal, el libro de los sueños, una adquisición imprescindible para ella, pues vivió al lado de Sebastián cuatro años, y Sebastián siempre había soñado cosas extrañas, ¿seguiría el libro en algún lugar de la casa? A María ya no le podía servir un libro para descifrar los sueños, para ella eso formaba parte del pasado, ahora debía estar al lado de un intelectual, tal vez de un poeta francés, hablando de buena música, comiendo frutas exóticas, viviendo como se debe.
Sebastián golpea las manos contra la pared, también las manos han perdido fuerza, iba a repetirse de nuevo: Si María estuviera, pero María ya no estaba y no quería hacer más amarga la agonía pensando en ella caminando por las hermosas calles parisinas. Fue buena excusa para alejarse de él, una beca en París para estudiar las tendencias europeas en diseño de interiores, él, Sebastián no habría tenido oferta mejor. ¿Qué podía darle? Nada, solo la vida monótona en el departamento de Coyoacan, tal vez un viaje de Navidad a Cancún, y flores que compraba en algún mercado cercano.
Quiso levantarse, caminar, dar pasos, buscar el libro y encontrarlo, saber que todavía quedaba una parte de ella, con esfuerzo pudo dar algunos pasos, pero retrocedió, le aterraba descubrir que el libro igual que ella, ya no estaba, que había ido a parar en algún basurero, igual que las cartitas y las fotografías de cuando ellos eran realmente felices, la preparatoria. Llego ese recuerdo y decidió darle hospedaje por un largo rato en su memoria, era agradable, recordar cuando era joven y tenía la novia más bella de la preparatoria, a la mejor vestida, a la más deseada, él también tenía lo suyo, era él. No podía decir más que eso, simplemente Sebastián.
¿Cómo fue llegando tan rápido la muerte? Era injusto, pobre Sebastián, sufría tanto, ¿Por qué María era tan desalmada, cómo se atrevió a dejarlo solo, justo cuando la empresa de software en que trabajaba él, había prescindido de sus servicios, cómo, si tenia un año a penas que la madre de él se había muerto? Ahora estaba hasta hoy, ese momento en el que se levanta de la silla azul, da varios pasos firmes, al parecer ha retomado fuerzas y camina hasta la cocina, donde busca un cuchillo, el más filoso y corta sus venas de un tajo, la sangre se pega al cuchillo y salpica el mosaico blanco de la cocina integral, María debe estar feliz, piensa por ultima vez Sebastián. La muerte ya estaba ahí, desde antes.

María esta marcando desde la habitación del hotel en donde se hospeda en París, el numero telefónico del departamento de Sebastián, intenta muchas veces, piensa entonces que Sebastián andará en la calle, paseando por la ciudad en donde seguramente llueve, ya es Agosto, son varios meses lejos, ya siente la necesidad de volver a su lado, despertar de mala gana y escuchar los sueños de Sebastián, pasear por la calle con su amado y sentir como la gente los mira. En el fondo de su corazón, lo ama.

1 comentario:

Kinesis dijo...

Ahí les dejo para sus comentarios...
Abrazos y saludos a tod@s!!!!!!!

Karina